Nicole Zurich, una empleada doméstica colombiana, estaba empeñada en conquistar a su patrón mexicano, Erik, pero él no la pelaba ni por equivocación. Ella cocinaba, limpiaba, y hasta cantaba, pero nada. Un día, cansada de ser invisible, se puso un uniforme de sirvienta más sexy que un calendario de taller mecánico. ¡Ay, nanita! Erik, de pronto la notó y quedó enamorado de ella y se la folló.